Descripción

Este es un blog de sentimientos, reflexiones, amor y de vidas pasadas sobre todo, ya que todo lo que escribimos en un momento determinado, se volverá pasado al fin y al cabo. Lo que las musas me susurran con su voz.

domingo, 23 de febrero de 2014

Corazón dividido

Corazón dividido




Buenos días queridos bloggeros y twitteros. Aquí va otra de las entradas que tenía escritas desde hace tiempo, espero que la disfrutéis y que me sigáis leyendo.

Hace tiempo que tengo el corazón agujereado, tengo un agujero por cada discusión, por cada decepción, por cada batalla perdida. Ya no sé si hay más espacios vacíos en él, que propio corazón. Ya no sé si soy capaz de regenerarme como hice en  ocasiones anteriores. Ya he perdido mucha sangre por el dolor, mucha agua por cada lágrima, y he gastado la mayor parte de la poca esperanza que me quedaba en aquel saquito que guardaba bajo llave. Ya no me queda escudo, no me queda coraza, se lo cargaron porque constantemente me ametrallan, creo que su intención es destruirme. En parte, no quiero permitir que me venzan, pero realmente no me quedan ganas de luchar, porque aunque me vengue siempre acabo perdiendo yo.

Hay algunos que piensan que son ganadores natos, pero ya estoy yo para bajarles del cielo como me bajaron a mí, nunca a las buenas, no saben lo que es "ir a buenas", y quizá yo haya dejado de saberlo también. No quiero ser buena, estoy harta de serlo, porque los buenos son los que comen suela, los que han de ponerse de rodillas ante sus superiores. Y no, prefiero ver el fin de pié que vivir de rodillas. No estoy segura de creer en la bondad de la gente, juro que quiero salir de esta perspectiva oscura de la vida. Pero realmente me ha llevado a esta visión el lobo que es el hombre. Hay gente que no entiende de bondad.

Pero al fin y al cabo, mi corazón ha muerto muchas veces, ahora me queda la mitad. La otra no está, es nada, es aire, es dolor. Es esencia, pero no es tangible. La otra mitad, sin embargo, sobrevive, pero le cuesta latir. También está corroída por el paso de los problemas por su estancia. Hasta que un día, como le pasó a la otra mitad,se esfume como el agua en estado vaporoso, hasta que no quede espacio que agujerear. 

Hasta el día en el que llegue la muerte de mi alma, seguirá escribiendo por mí el dolor, en un intento de subsanar mis heridas.

Cuando ya no quede nada, sólo seré un cuerpo más muerto en vida, que ni siente ni padece y va con la cabeza gacha de acera en acera, siguiendo el camino indicado.

Tormenta

Tormenta







Buenos días queridos twitteros y bloggeros. Hoy me dedicaré a escribir alguna entrada suelta que tengo por ahí. Así que espero que os guste "tormenta" la verdad que de todas las entradas que tengo escritas, es una de las que más me gusta. Espero que la disfrutéis, y ya sabéis si queréis dejar un comentario con vuestra opinión, lo recibiré con ganas :)

Dicen, que cuando hay tormenta y el cielo se vuelve gris, sin sol y el cielo se queda a oscuras, significa que un ángel llora. Pero no un ángel de esos que imaginamos con alas y una coronita dorada en la parte superior de la cabeza. Sino una persona buena de verdad que ha sufrido una desgracia. Si os dais cuenta, en la mayoría de los funerales llueve, o cae una tormenta. Puede parecer una tontería, sin embargo, casi puedo oír los cristales rompiéndose contra el suelo, los pedazos de corazón frágil destruido por el dolor, estrellándose contra la realidad.

Los peores días de mi vida, hizo muy mal tiempo, las personas se morían y se originaba una gran tormenta. Quizá, cuando te llora el alma y te sangra el dolor, es tan fuerte ese sentimiento que quizá hagamos 'clic` en el universo y la naturaleza sienta nuestro sufrimiento.

Hay tantas cosas que se avecinan, queda tanto por aguantar todavía, que no sé si voy a tener un paraguas lo suficientemente grande para parar la tormenta. Quizá, no resista lo suficiente y acabe aplastada bajo la lluvia. Quizá, un día me alcance un rayo, no me dé tiempo a apartarme, y finalmente se pare el reloj. Como tantas veces quise en momentos felices, obteniendo mi deseo como cuando se hace un pacto con el diablo, un pacto en el que me ha salido el tiro por la culata.

Quizá un día llegue un ángel de la guarda y me salve cuando esté al borde del abismo. Pero no es probable, porque eso sólo sucede en mundos ficticios en los que existen las hadas.

Mientras tanto, en el mundo real sólo cae una tormenta que nos salpica a todos.

miércoles, 19 de febrero de 2014

Lo llamaban fenómeno arcoíris

Lo llamaban fenómeno arcoíris





Buenas noches mis queridos bloggeros y twitteros. Sé que ando unos meses atrasada con el blog, pero es que no me apetece redactar temas últimamente, aunque he de decir que tengo alguno escrito que no he publicado en el blog. Pero bueno, he decidido dejar los temas para más adelante. Estos días publicaré entradas que tengo escritas y no publiqué porque mientras estaba con los temas, espero que os gusten. La que vais a leer hoy no está pensada pero es algo que me ha venido a la cabeza en uno de estos viajes en bus de meditación. Así que espero que os guste y ya sabéis que podéis dejar un comentario debajo de la entrada, no hace falta tener ninguna cuenta de nada para comentar, así que no os cortéis, me encantaría recibir vuestras opiniones. Muchas gracias a toda la gente que se pasa a menudo por mi blog para leerme de vez en cuando.

Lo llamaban fenómeno arcoíris. ¿Qué es en sí un arcoíris? Pues bien, según la RAE un arcoíris es "Un fenómeno óptico que presenta en forma de arco de bandas concéntricas los siete colores elementales, causado por la refracción o reflexión de la luz solar en el agua pulverizada, generalmente perceptible en la lluvia". Lo que viene a decir que es un fenómeno atmosférico que se da únicamente cuando hay lluvia. 

Digamos, que normalmente la gente denomina un arcoíris como algo bonito, sin embargo, ¿qué es lo que quiere decir, a modo simbólico? Quiero decir, la lluvia siempre se ha relacionado con la tristeza, la melancolía, porque visualmente es como si el cielo llorara, esas gotas de lluvia cuando vemos que el cielo está cabreado (como suelo decir yo). Y por otra parte, el sol, tiene también mucho simbolismo, ya que es luz, es alegría, es felicidad, es vacaciones, es sonrisas, y muchas cosas positivas. Digo yo que, la lluvia y los días soleados son dos fenómenos atmosféricos totalmente contrarios. 

Por otra parte, el arcoíris también tiene su propio simbolismo, se suele relacionar con el amor mayormente, ya que es una composición de siete bandas de siete colores diferentes y muy vivos.Da la impresión de ser un aspecto inocente del cielo, un aspecto inocente de la vida, algo bello que ni crea ni destruye nada más que una belleza óptica. También se suele relacionar con los sueños, una mente demasiado viva, demasiado inocente, demasiado soñadora. Como estas veces que se dice "no digas esas pasteladas que vomito arcoíris" o "deja de pensar en unicornios y arcoíris". Y yo digo, ¿por qué un arcoíris tiene que simbolizar un amor inocente, puro, rosa? Más bien es una guerra entre el cielo que supongo que queda en un extraño empate de siete colores. 

¿Realmente debería considerarse un empate? ¿El resultado de una guerra entre fenómenos atmosféricos? ¿O quiere decir que el agua complementa a la luz porque es algo bonito? Quien sabe, siempre hay miles de preguntas sin respuesta. Sin embargo, cuando relaciono el tiempo con mi estado de ánimo, y me paro a pensar digo, mi corazón y mi cabeza son como un arcoíris.

La lluvia, las lágrimas, lo que sangra mi corazón. El sol, la luz, la felicidad, la sonrisa y la esperanza de que algo mejor pueda venir todavía. Es una batalla constante entre dos mundos. Es de estas veces que sabes lo que debes hacer y lo que quieres hacer. Por una parte te sientes cansada, tu corazón no aguanta más obstáculos, se desborda y luego no hay quien lo llene. Sin embargo, tu cabeza te dice, una vez más, todo va a salir bien, puede salir bien, tiene que salir bien. Algún día uno de los dos vence, aunque el otro se queda rezagado, y pasa lo mismo con el arcoíris, uno de los dos cede, para crear una unión perfecta (como también una conclusión a modo de pacto entre ambas partes).

Quizá a veces sea una tormenta de llanto y a veces una tormenta solar. Pero, ¿qué puedo hacer? No soy perfecta, y quizá esa fue mi maldición, me encariñé de una piedra. Una piedra dura de roer, una piedra peleona, una piedra que siempre que intento esquivarla está ahí para hacerme fallar, para ver mis fallos. Una piedra fría, sin alma, inerte, una piedra bonita, una piedra que duele y hace daño. Una piedra con punta, aquí clavada, en el izquierdo. Esa piedra que tan bien conozco y tanto desconozco. Ese arcoíris que narra mi vida en forma de colores.

Hoy, pedí un deseo, no puedo decir qué pedí al verlo, porque sino no se cumplirá, pero supongo que no hace falta que lo diga, porque cuando alguien enamorado tiene la oportunidad de pedir un deseo, siempre es el mismo, y lo seguirá pidiendo y pidiendo hasta que por fin se cumpla. Lo podrá decir de mil maneras, pedir muchas cosas distintas, pero siempre la misma al fin y al cabo. Puede que sea esa guerra de dioses, querer y no poder, como siempre, pero no me rindo, porque si la lluvia y el sol saben hacer un pacto, yo también.