Es para reflexionar
Descripción
Este es un blog de sentimientos, reflexiones, amor y de vidas pasadas sobre todo, ya que todo lo que escribimos en un momento determinado, se volverá pasado al fin y al cabo. Lo que las musas me susurran con su voz.
viernes, 15 de agosto de 2025
sábado, 11 de enero de 2025
Contratos sociales tácitos
Contratos sociales tácitos
Buenas noches queridos bloggeros y twitteros. Sé que suelo pasarme como una vez al año por aquí, supongo que estoy un poco en bloqueo escritor, pero bueno, voy a intentar pasarme más y escribir más y rechazar el típico miedo a la hoja en blanco. Hoy no voy a decir de dónde viene mi inspiración, como suelo hacer, pero aquí os lo dejo para que reflexionéis, que es al final lo que siempre busco con lo que escribo. Ahí va.
No sé si soy yo la que no entiende las relaciones humanas, o es que ellas no me entienden a mí. Entendiéndose por relaciones humanas las que se tienen con personas que te atraen, por así decirlo. Me siento una rara avis dentro de este mundillo, siento que no me entienden, o que no entiendo, o que no encajo en ellas de alguna forma.
Supongo que cada uno estamos rotos a nuestra manera, porque todos tenemos problemas y nadie queda libre de sufrimiento, y menos durante toda la vida. Y ya se sabe que nuestra versión de hoy la conforman nuestras heridas de ayer. Pero no porque alguien tenga sus miedos, significa que yo tenga que olvidar los míos, o que por aceptar los de otro, tengan que invalidarse los míos. Y viceversa. Supongo que no se trata de ceder, se trata de aceptar que por mucho que intentes encajar una pieza con otra, por mucha fuerza que hagas, no se arma bien el puzzle, porque no es la ficha correcta, por mucho que se te haya metido en la cabeza que parece que es. A veces hay que aceptar que no es ahí, y dejar ir.
A donde quiero ir a parar es a que, por regla general, cuando te descargas una aplicación de ligar, los hombres suelen querer tener relaciones sexuales esporádicas vacías y sin compromiso. Y soy consciente de que he escrito sobre esto muchas veces, aunque de forma distinta. Supongo que dejaré de hablar de esto cuando lo comprenda. Que ojalá sea pronto, porque yo realmente quiero comprender, pero no comprendo. Porque no es que no quiera comprenderlo, es que no puedo. ¿Por qué tengo que ser yo la que ceda y entienda los miedos de otros y nadie se interese en ceder por los míos? Porque cuando les das tu versión, obviamente es: o lo tomas, o lo dejas. No hay más discusión, lo único que te dejan claro es que es lo que hay, y que no van a cambiar de opinión.
Pero me da igual, sigo sin entender a la gente que apalabra contratos sociales tácitos para prometerle sexo a una persona que ni siquiera han visto en persona y no sabe si le va a gustar, si le va a apetecer o no tener sexo justo el mismo día que se van a ver. ¿Y si de repente descubres que es un gilipollas y te baja la libido de un plumazo? ¿Es, de verdad, tan descabellado querer conocer a una persona de forma normal? ¿Es tan descabellado tratarse como personas y no como única fuente de alivio? Que yo no digo que no se puedan tener relaciones sexuales, digo que esta forma fría de llevarlas a cabo no tiene sentido. Digo yo, que como mínimo, tienes que llegar a la conclusión de que la persona con la que te vas a acostar, o te estás acostando, no es gilipollas. Y ya de paso descubrir si te atrae, al menos, físicamente, que las fotos engañan mucho y no lo muestran todo. Pero no, ellos quieren que apalabres, a ciegas, acuerdos tácitos de antemano para asegurarse el polvo. ¿Y si luego no quieres, o no te apetece, qué?
¿Sabes cuál es el trasfondo real de todo esto? Que tienen miedo. Miedo a conocerte lo suficiente como para sentir. Miedo a que metas su corazón en una trituradora, porque sí, todos los que hacen cosas como esta piensan que vas a hacer eso mismo con su corazón, aunque te resulte difícil de creer. Piensan que su mejor escudo contra el amor es el sexo. Pero sexo vacío con cualquiera, sin compromiso, sin explicaciones ni complicaciones. Lo que no saben, o no caen en cuenta, es que el miedo no va a impedir que se enamoren, precisamente porque uno no elige enamorarse de una persona, sino, cuántas desgracias se hubieran evitado. Y tampoco puede elegirse si uno se enamora o no, porque no es decisión nuestra, nosotros no mandamos en eso del amor. Da igual dónde estés o cuánto hagas por evitar enamorarte, porque si el amor, si te busca, te encuentra. Esto es como la gente que "intenta" que su pareja no le ponga los cuernos, y le mira el teléfono, y lo controla, y hace de todo para que no pase. Pero es que el que quiere ser infiel lo es, no importa lo que hagas para evitarlo. Bueno, pues con el amor pasa exactamente lo mismo. Lo que no se han dado cuenta es de que se están exponiendo más a él quedando con personas para tener encuentros sexuales, porque puede que se dé el caso de que lleven un tiempo teniendo relaciones, y de repente, sin querer, se enamoren. O puede que un día conozcan a una persona por causalidad, sin la pretensión de enamorarse, ni de nada en realidad, y se enamoren.
No sé, no logro entender a las personas que hacen esto. Supongo que para ellos la intimidad reside en conocer a alguien, en sentir, en compartir, en quedar. Sin embargo, yo opino todo lo contrario. ¿Cómo va a ser más íntimo conocer a una persona que desnudarte delante de ella sin concerla? ¿A caso nos quitamos la ropa en público? No, ¿verdad? ¿Por qué? Porque es algo íntimo, nosotros decidimos regalar nuestra desnudez de forma exclusiva a quien queramos, no para que unos completos desconocidos nos vean, para mí, vulnerables, expuestas. Con todos nuestros defectos a la vista, con nuestras estrías, nuestras cicatrices, nuestra celulitis, nuestro pecho caído. Con todos los defectos revelados de un solo plumazo, sin tiempo, sin trasgresión, sin regresión. Yo no sé vosotros, pero yo necesito estar lista para dar esto de mí a alguien. Necesito conocerlo para que me ponga. Porque no sólo son atractivos los atributos físicos, que también, pero todos sabemos que cuánto más nos gusta alguien por dentro, más nos gusta por fuera. Yo necesito confianza, complicidad, conocer a esa persona. Independientemente de que yo vaya a sentir o no, independientemente de que yo vaya a tener relaciones sexuales o no, porque eso sólo podría decirlo el tiempo, al menos en mi caso. El tema es que a mí no me asusta llegar a sentir, como les pasa a ellos. Pero cuando dicen que se meten esas aplicaciones con la finalidad de tener "lo que surja" no están empleando bien la expresión, porque cuando dicen eso, quieren decir que quieren sexo. Y lo que surja, es precisamente lo que yo digo, quedar, ver a la persona, conocerla, y si surge, surge, y si no surge, no surge. Lo que no puede ser es comprometerse a tener algo que no sabes si vas a querer tener en el momento.
Sin embargo, ellos piensan que "conocer" implica que exista la posibilidad de que les guste tanto nuestro interior, que quieran quedarse a vivir dentro, y que entonces dejen de ver sólo nuestro cuerpo, como creen que hacen con el sexo. Yo en parte puedo entender que sientan vulnerables si les dejamos mirar nuestro interior, porque eso implica exponer el suyo a nuestra mirada. Y se sienten vulnerables por el hecho de que veamos sus defectos por dentro, qué está roto de fábrica, cuántas tiritas tienen sus corazones, por quiénes laten, sus miedos más profundos, lo que los enamora, sus buenos y malos días, lo que son, sin máscaras. Y piensan, que una vez estemos dentro de su casa, y nos hayamos ganado la confianza suficiente para entrar en ella, vamos a coger y a romperlo todo, a tirar todas las cosas que han intentado durante tanto tiempo poner en su sitio, que destruyamos todos los cimientos de lo que han ido construyendo a lo largo de su vida, que echemos por la borda todo lo que han luchado porque se mantenga en su sitio lo que tienen, por estar donde están. Y ya de paso, que rompamos también su fragilidad. Incluso, el mero hecho de que la veamos, tal y como es, les acojona. El tema, vuelve a ser el mismo, que sólo se escapa del desamor cuando encuentras al amor de tu vida. E incluso cuando lo encuentres, puede ser que no sea para siempre. Puede ser que la vida misma te lo arrebate, porque nada es eterno. Puede ser que dos almas gemelas no puedan estar juntas porque la vida, el destino, o las circunstancias, no se lo permitan. Lo que implica que nadie se libra de sufrir por amor. Pero en cambio, sí que se sufre cuando te lo niegas a ti mismo, cuando te prohíbes sentir, cuando sufres por poder sufrir cuando no te has permitido vivirlo para juzgarlo.
Es como cuando tienes un accidente de coche y decides no conducir nunca más. O no subirte nunca más a un coche. Y, dime, ¿cómo vas a llegar entonces a tu destino? ¿Te vas a quedar en casa hasta que el mundo deje de girar, hasta que el propio transporte deje de existir? ¿O vas a salir de casa y vas a asumir que para llegar a donde tienes que llegar necesitas un coche, un autobús, un metro, o incluso un tren, un avión, un barco? Ya te respondo yo, no puedes quedarte encerrado en casa a esperar que el transporte deje de existir, porque lo siento, eso es imposible. Tanto como lo es, como decía, enamorarte.
Pero bueno, no puedes cambiar a la gente, y tampoco lo que piensa con respecto a esto, sólo me queda aceptarlo y resignarme. Pero entonces, que ellos entiendan también mi postura, y que no soy un trozo de carne. Y que como persona que soy, no tengo culpa de quien haya apaleado sus corazones, ni de qué, quién o quiénes les hayan hecho sufrir. Porque, señoría, soy inocente, y ese marrón no me corresponde a mí, lo siento. Que cada uno lidie con su mierda, que yo también tengo la mía. Que lo solucionen como puedan o quieran, pero que ni me responsabilicen, y por supuesto, que ni me utilicen. Por ahí no voy a pasar, no tengo nada más que decir, señoría, y por supuesto, nada más en lo que ceder. Solo me queda, dejar ir a quien se quiere ir.
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