Hasta que nos volvamos a ver
Esa mañana de invierno fue en la que creí oír un ruido, que provenía de mi interior. Ese fue el día en el que murió mi corazón marchito de esperar a un tren que nunca ha llegado ni llegará nunca. Las oportunidades dependen de si te las dan. Esperé todo lo que pude hasta que oí el sonido que anunció la muerte de mi frágil corazón.
Hoy estoy aquí intentando sonreír a pesar de todo el dolor que me oprime el pecho. Hasta que no termine de curarme esta herida, que nos volvamos a ver.
Sólo pienso en vivir el momento sin estar presa de mis sentimientos, hace tiempo que pasé de sentir a vivir. Ya que desde ese día no me funcionan los sentimientos. Pero bueno, aquí estamos como al principio. Pensé que había cambiado, que volvía a vivir siendo feliz y despertarme todos los días sin problemas.
Inhalo y exhalo ese humo que me ayuda a olvidarme de ti, y de mí, de todo esto. Ahora es mi anestesia, pasa el tiempo, me quedo suspendida en él y disfruto de paz y relax.
Hasta que volvamos a vivir como antes, a ser amigos que no se esconden nada. Tengo claro que tú y yo no podemos estar juntos. Hubiera querido abrir la puerta el seis de Enero y que fueras mi regalo de Navidad.
Supongo que todo en esta vida no puede suceder, o al menos no todo lo que quiero que suceda. Por eso quiero olvidarme de ti de la manera más rápida que sea posible.
De ahí hasta entonces, que nos volvamos a ver.
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