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Este es un blog de sentimientos, reflexiones, amor y de vidas pasadas sobre todo, ya que todo lo que escribimos en un momento determinado, se volverá pasado al fin y al cabo. Lo que las musas me susurran con su voz.

miércoles, 18 de julio de 2018

El cuento de la rana y el escorpión

   El cuento de la rana y el escorpión





Buenas tardes queridos bloggeros y twitteros. Hoy vengo a hablaros sobre el cuento de la rana y el escorpión. Esta idea se me ocurrió porque veo una serie y me leí un libro en el que apareció este cuento y debido a la situación que estoy viviendo me ha parecido oportuno hablar de esta fábula. Espero que os guste, que comentéis lo que os ha parecido en los comentarios y que lo compartáis con vuestros amigos, familiares y seres queridos. Allá va.

"Un escorpión tiene que cruzar un río. Le pide a una rana que le lleve al otro lado sobre la espalda. La rana le pregunta: <<¿Cómo sé que no me vas a picar?>> El escorpión le asegura que si lo hace, se hundirán los dos en el agua y morirán. Son palabras lo bastante tranquilizadoras para la rana, que accede a trasladar al escorpión. Llegan a la mitad del río y el escorpión pica a la rana. El escorpión estaba picando a la rana hasta matarla, condenando a ambos a la muerte. La rana le pregunta al escorpión por qué le ha picado, y el escorpión responde: <<Es mi naturaleza>>."

Este cuento se puede abordar de muchas y muy distintas maneras. En el libro que me leí, la moraleja era que uno no puede renunciar a su propia naturaleza y que tampoco puede cambiarla. Puesto que el hecho es que el escorpión siempre va a acabar picando a su presa. Da igual cómo se cuente el cuento o cómo se den los acontecimientos, siempre va a pasar lo mismo. Pero si haces una buena reflexión sobre este cuento, no sólo habla de la naturaleza, también habla sobre la confianza y la desconfianza. Digamos que la culpa la tienen ambos personajes: la rana por confiar en que el escorpión no le va a picar, sabiendo que corre ese riesgo, y el escorpión por engañar a la rana y picarle hasta matarla.

Pero, ¿cómo se sabe la verdadera naturaleza de algo o alguien?, ¿ha de estar en su anatomía para ser su naturaleza? En cuanto a personas, ¿hay naturalezas adquiridas por ejemplo desde la infancia?, ¿es naturaleza cuando se es malo de nacimiento? ¿Cómo sabes si debes o no confiar en el escorpión?, ¿y si no fuera un escorpión y no supieses cuál es su naturaleza, pero existiese la posibilidad de que te hiciera daño? ¿Cuáles son las estrategias o las claves para fiarse o no fiarse de alguien? ¿Y si la rana se recuperase de la picadura del escorpión?, ¿volvería a confiar en alguien después de haber estado a punto de morir?, ¿o sólo desconfiaría de los escorpiones?, ¿y cómo podría la rana identificar a los escorpiones si no los ve venir?, ¿y si la rana llega a pensar que hay algunos escorpiones que son buenos y que no todos son iguales?, ¿volvería a confiar en todos los escorpiones?, ¿o tendría que conocer bien bien al escorpión para saber si puede fiarse de él o no?, ¿y si resulta que ese escorpión no le pica pero la rana ha desconfiado de él hasta tal punto de que no quiere saber nada más de la rana porque ha desconfiado de él?, ¿y si el escorpión supiera entera la historia de la rana y el escorpión?, ¿se enfadaría de todas formas?, ¿y si al escorpión lo que le enfada es que la rana le haya comparado con el primer escorpión porque éste no se considera malo?, ¿cómo puede saber la rana con certeza en quién puede confiar?

Lo que quiero decir es que no se puede saber ni ver a primera vista la naturaleza de una persona. Por lo tanto no puedes confiar al 100% en que esa persona no se vaya a comportar como se han comportado la mayoría de personas contigo, sabiendo que no la conoces todo lo bien que te gustaría. Sí, de acuerdo, tal vez sea negativo desconfiar, pero a la vez es lo más seguro, porque eso te protege de que el escorpión te pique. Cuando depositas la confianza en una persona ya no hay vuelta a atrás. Te vuelves confiada y tan vez no estés tan atenta a los detalles como deberías. Tienes miedo de que algunas cosas se escapen a tu control. Ser o estar lo que se dice ciega, pasar por alto ciertos detalles, ciertas alertas, ciertas advertencias.

Tú que intentas comprender a todo el mundo y empatizar con los demás, nunca eres comprendida y nunca empatizan contigo. Se enfadan porque desconfías, porque eres insegura. Se enfadan porque una vez te picó un escorpión, o unos cuantos, y no entienden o no quieren entender que ahora tienes miedo a los escorpiones. No entienden o no quieren entender, que una vez estuviste a punto de morir por sus picaduras. Y entonces eres tú la mala, porque te has encontrado con un escorpión bueno que no te quiere picar. La mala has sido porque has herido a uno de los pocos escorpiones buenos que hay en el mundo. La mala eres porque ese escorpión no te ha dado motivos para desconfiar. La mala eres porque no has entendido que ese escorpión no es como los demás. La mala eres porque te has cargado lo que podría ser una relación bonita con el único escorpión bueno. Entonces no sabes qué hacer para reparar el daño causado, porque aunque tu picadura no mata, sí duele. Pero el malo realmente es él porque no entiende los motivos de la rana. El malo es él porque no se ha molestado en reconfortar a la rana, simplemente se ha dedicado a echarle la bronca y decirle que está mal. El malo es él porque ha sido egoísta y sólo ha pensado en como le afecta la desconfianza de la rana, pero no le importa por qué la rana desconfía y como debe de sentirse como para desconfiar de un escorpión bueno, sabiendo, que lo es.

Al fin y al cabo, la moraleja es: que si confías en quien no debes, el escorpión te pica y te mueres. Que si desconfías de quien debes el escorpión no te pica y no te mueres. Sin embargo, si confías en quien debes, el escorpión no te pica y no te mueres. Pero si desconfías de quien no debes, el escorpión te pica y te mueres.