Día con complejo de gris
Muchas veces no sabemos la razón por la que nos sentimos mal en un determinado momento, y por eso agarramos un boli y un papel, o un teclado simplemente. Hay gente que se descarga con música, otros escribiendo, otros pintando, y distintas habilidades que nos llevan a los artistas a desarrollar nuestro talento mediante las penas que inundan nuestro corazón de tristeza y lágrimas irrefrenables.
Desde que estoy en artes, me doy cuenta de que no puede ser mera casualidad, todos los que estamos allí hemos sufrido diferentes problemas en nuestra vida que nos han llevado a desarrollar nuestro talento. Dicen, que un verdadero artista nace de las penas, lo que hace que saquen su habilidad de lo más profundo de su corazón. Todos tenemos una coraza hasta que llega algo que lo rompe inevitablemente, y entonces a partir de esa grieta, emanan sentimientos que más tarde se manifiestan de maneras diferentes de acuerdo con la persona.
Y por eso hoy estoy aquí, intentando descubrir por qué tengo que ponerle otra tirita a mi corazón, por qué ríe de felicidad cada vez que ve un indicio de enamoramiento por su parte, por qué llora cada vez que se da cuenta de que no se entera de lo que realmente le digo. Si supiera que mi felicidad depende de la suya, si supiera que todos mis suspiros tienen un único nombre, si supiera que le quiero por encima y sobre todas las cosas, si supiera que es mi mundo, si supiera que para mí no existe nadie en este mundo más que él; todo sería más sencillo. O tal vez no, la mayoría de veces nos frustramos por no poder decirle a una persona todo lo que sentimos, pero quizá el fallo es no saber cómo. Es lo que tienen las indirectas, que no estás dejando las cosas claras, y sólo un gran observador podría llegar a fijarse en a quién van dedicados todos mis pensamientos del día.
Hubo un gran observador que me descubrió desde el primer día en el que yo supe que le quise, nadie más lo sabe excepto a las otras personas que se lo cuento. Solo hubo una persona que lo descubrió, y eso es porque en mi corazón su nombre está grabado a fuego. Podría decirle todo lo que siento, cada palabra con mis más sinceros pensamientos. Pero no soy capaz, y nunca lo seré, porque sé que es lo mejor que me podría haber pasado en la vida, y por tanto para mucha otra gente más también lo será.
Sé que tiene un montón de posibilidades dónde elegir. Y aun arriesgo de que él no sienta lo mismo, le diré desde aquí, y con mi corazón en un puño, que le querré por siempre jamás.
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