Carta al destino

Carta al destino.

Estoy harta de todo, pero supongo que todos tenemos “ese día” en el que estamos mal, en el que nos gustaría mandarlo todo a la mierda. Una vez más, un día más, se agudiza mi sentimiento de impotencia. Estoy harta de sufrir, creo que me ha pasado ya de todo, quien quiera que seas el que ha escrito mi destino, ¿no te cansas de escribir desgracias en mi vida? Ya sé que es lo que más vende, pero esta protagonista se ha cansado de interpretar lo que te apetezca. Así que dimito, déjame en paz, me toca ser feliz y creo que me lo merezco, creo que he echo acciones buenas, me he portado bien y he sufrido, ¿pero es necesario que siga sufriendo? YA VALE. Estoy cansada de sufrir, estoy harta de sentirme mal, estoy harta de el ardor de mis ojos al llorar, estoy harta de todo. ¿Y sabes qué, maldito escritor de destinos de mierda? Que no has acabado conmigo, que yo estoy aquí para luchar, con espada y sin ella. Que me levanto y sigo aquí, que soy inmune a la pluma con la que escribes, y que te falta mucho para acabar conmigo, MUCHO. ¿Sabes qué? Que quiero vivir, que me gusta mi vida, y que la dirijo yo, no tú. Que la vida es el bien más preciado, pero a parte de que me gusta, me gusta la gente que tengo en ella, esa gente que me apoya y me quiere, esa gente que siempre está ahí para aguantar tus gilipolleces, esa gente con la que tienes broncas, pero la quieres. Por mi familia, pero sobre todo quiero vivir por mí, porque te digo una cosa, no tienes futuro como escritor, y yo compro historias felices, y la primera es la MÍA.