El olvido.
Olvidar a alguien es muy duro, sobre todo al principio, cuando piensas que como todo, dentro de poco pasará, te enamorarás de otra persona y ya no sentirás nada por ese ser que se coló en tu corazón y te hizo el día y la noche imposibles. Ese ser que cuando te vas a acostar aparece en tu mente y en tus sueños siendo la cosa más bonita que jamás has visto, diciéndote que no tengas miedo, que vayas hacia él que todo va a estar bien, que va a estar siempre contigo. Como si fuera un ángel.
En el momento de las discusiones, cuando te das cuenta de que lo vuestro no da más, que no podéis estar juntos, por mucho que os améis, o que le ames, porque la relación no funciona, o porque uno de los dos ya no ama al otro, lo único que deseas es olvidar, te acuestas pensando que al día siguiente esa tristeza que vive en ti desaparecerá, pero te das cuenta cuando te levantas, del vacío inmenso que inunda tu alma. Y ahí es cuando percibes el presentimiento de que lo vas a querer toda la vida, después te auto-convences de que los primeros días son los más difíciles, y que cuando pase un tiempo ni siquiera recordarás su nombre.
Cuando pasan los meses te das cuenta de que nada va a cambiar, que cada día que pasa lo quieres más, que no puedes ser su amiga y que no te vale con hablar con él. Que no puedes soportar las ganas de decirle a cada minuto lo mucho que lo extrañas y que te gustaría que las cosas se hubieran dado de otra manera, decirle que te sentirás como una estúpida todos los días por las cosas que hiciste mal, y que te sentirás culpable toda tu vida de que no estéis juntos.
No puedes soportar que cuando te haces su amiga y te dice lo mucho que le empieza a gustar una chica, te pida consejos a cerca de como decirle lo que siente, y además le respondes, cuando lo único que quieres hacer es decirle que te diga donde está para ir y arrancarle los pelos, pero te tienes que aguantar y hacerle la segunda.
Cuando sigue pasando el tiempo, y hay más discusiones, y más peleas, te das cuenta de que nunca podrás ser su amiga, que nunca podrás querer a nadie como lo quisiste a él, nunca sabrás decirle lo que te jode que él pueda hacer su vida, por mucho que quieras que sea feliz, ni lo mucho que te jode no ser tú su amiga incondicional a la que le cuente todos sus problemas y esté ahí para abrazarle y hacerle feliz tan solo como una amiga. Te jode no poder serle de ayuda y no poder hablar con él nunca más.
Porque sabes que le harás daño, porque sabes que acabarás diciéndole que le quieres y no le puedes olvidar mientras él seguirá haciendo su vida, porque sabes que aunque te quiso y te quiere, puede dejar de quererte cuando se le antoje y tú no. Porque sabes que jamás volveréis a estar juntos, y porque ahora ni siquiera le puedes decir un simple “hola”, ya que todo quedó atrás y en el olvido.
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