Delete

Delete.

A veces me gustaría tener un botón en mi cabeza que ponga “Delete”, para borrar todo aquello que no quiero que siga permaneciendo en mi memoria, y me conformaría con solo poder borrar todo lo que siento por él.

Me da igual todo mi pasado y todo el daño que me puede haber causado, porque a base de golpes he aprendido que parte de la vida, es caerte para saber levantarte, y levantarte para saber caerte.

Por lo tanto, en mi opinión sufrir es bueno según en la manera en la que se mire, es bueno para aprender y para ser cada vez más fuerte, pero a la vez, más distantes y fríos con los que se intentan acercar a nosotros.

Hoy me han leído una noticia del periódico, que decía algo de que estamos tan acostumbrados a las desgracias, que ni el mismo abismo ante nuestros ojos nos sorprende ya, puesto que hemos visto de todo, y también lo hemos sufrido. También hablaba de que al haber sufrido tanto, interponemos una coraza entre los acontecimientos, y nosotros, de tal manera, que nos dé igual lo que pase, y podamos sentir total indiferencia.

Eso me pasa a mí muchas veces, que cuando algo me va mal, más fuerte me hago, cuando algo me sale mal, finjo no importarme nada, aunque realmente me creo mi propio engaño. Pero luego pasa el tiempo, y vienen a mí cosas que me recuerdan aquello que tan reprimido tenía dentro de mí, que tanto había evitado pensar, y es entonces cuando veo que mi mundo se derrumba. Aún así, sigo sin darme cuenta, hasta que siento que tengo que escribir, y descubro qué me pasa.

Y aunque a veces la gente me subestime, y crea que puedo con todo no es así, pero no me derrumbo porque a mí me sale ser fuerte y no llorar, aunque en mi corazón haya un río de lágrimas esperando por salir.

Cuando pienso en ese tipo de cosas, me vienen a la mente otras, recuerdos bonitos, y de los que un día llegué a quejarme, sin saber, que algún día iban a ser sólo recuerdos. Y cuando quiero echar mano de esa gente que me dio tanto, y sin la cual no podría vivir, se me encoje el corazón y se destruye mi coraza. Pero sé, que aunque esas personas no estén ahora conmigo, van a estar cuando las necesite, y también sé que podré tener esos abrazos sin preguntas de esas personas tan importantes. Y aunque me cueste aceptarlo, daría cualquier cosa porque las cosas fueran como antes, por mucho que me queje.

Como bien dicen, no se valora algo hasta que se pierde…

Y como no soporto estar sin esas personas, lo único que me gustaría hacer es borrar todo lo que vivimos, pulsar el botón de “Delete” y ser feliz, aunque nunca pueda ser tan feliz como lo fui con esas personas.