Que nos volvamos a ver

Que nos volvamos a ver.

Casi Ángeles se ha despedido de mí con un “que nos volvamos a ver”.

No sé si llorar o reír. Llorar porque ha sido una de las mejores cosas que me han pasado en la vida;

Llorar porque se ha acabado, porque me han echo sentir mil emociones por minuto. Llorar porque he sido parte de esta serie, y al irse me voy con ella. Llorar porque no hay más capítulos, y porque me han enseñado lecciones de vida que nunca olvidaré y que me servirán para lograr tener una vida feliz.

Reír porque ha sido la serie más divertida que he visto en todos los días de mi vida, porque no me he reído tanto con nada ni nadie en mi vida. Reír porque todo ha acabado bien en esa serie, y que por fin tendré tiempo de hacer otras cosas. O reír por todo aquello que me han enseñado, ellos, me han enseñado a reír cuando tu corazón llora. Me han enseñado a bailar y reír aunque el mundo me haya aplastado. Me han enseñado a conocerme, a conocerles y a conocer a todas las personas en general. Me han enseñado qué es la vida, cuando llorar, y cuando reír, me han enseñado que el final, es el comienzo de algo.

Sé que aunque ahora esté triste se me pasará en unas semanas. Pero no me puedo hacer a la idea de vivir sin esta serie que me ha dado tanto, y me ha enseñado tanto. Que aunque haya mucha gente que diga que es una chorrada, no la han vivido como la he vivido yo. Y no han descubierto lo que es descojonarse sola en casa como una loca, o llorar como una descosida. Y a pesar de todas sus cosas fantásticas, e irreales. Las lecciones morales entre líneas son reales, nos pasan a todos, y siempre hay un padre maltratador, un orfanato que se aprovecha de los niños, siempre hay una madre que abandona a su hija, una chica que hace explotar coches, o una madre que dice que se va de vacaciones y luego nunca vuelve. Pero a pesar de toda su vida de desdichas, aprenden lo que es el apoyo, aprenden a dejar de desconfiar y amarse los unos a los otros. Y como no tuvieron una buena infancia, a sus hijos le harán pasar una inolvidable, porque aprendieron que el amor de unos padres es necesario para vivir.

Y sobre todo, que detrás de las nubes, el cielo es siempre azul.
Que nos volvamos a ver, siempre en mi corazón. Que nos volvamos a ver