Lo último que se pierde es la esperanza.
Últimamente me paro a pensar en toda la desgracia que nos inunda a diario, en nuestro 10% de felicidad y 90% de tristeza casi siempre. Y he llegado a la conclusión de que nos dicen muchas frases que nosotros oímos a diario y no escuchamos, ni tampoco nos paramos a pensar en su verdadero significado.
Como la leyenda de “la caja de Pandora“, dicha leyenda dice que hicieron a una mujer-trampa llena de belleza, amabilidad, corazón, etc. Con un ingrediente secreto, que era la curiosidad, así, el Dios Zeus, entregó una caja a Pandora la cual contenía todos los males que concernían el mundo, y se la entregó a Pandora diciéndole que no la abriera bajo ningún concepto, y sabiendo que lo haría debido a su curiosidad. Ésta, ingenua y curiosa la abrió, desatando el mal por toda la Tierra, pero en aquella pequeña caja se escondía otro pequeño ingrediente secreto, pero a diferencia del otro, este era bueno. Hefesto había colocado en ella la esperanza, lo que haría que pasara lo que pasase en el mundo, e incluso con todas las miserias que pudieran existir, los humanos siguieran adelante con sus vidas, creyendo en algo mejor, teniendo esperanza.
Esto nos demuestra que si generaciones anteriores pudieron salir aflote con todo lo que ellos sufrieron, e incluso sufrieron mucho más que nosotros en nuestra época actual, nosotros también podemos.
Ellos no sabían lo que era rendirse, sabían luchar a capa y espada, con todo lo que ello conllevara, con tristeza, pobreza, desesperación, muerte, miseria, etc. Y yo digo, ¿de todo eso, qué tenemos nosotros? ¿de qué exactamente nos quejamos?
Sé que no es la misma situación ni tampoco contexto, pero yo he aprendido a luchar, a enfrentarme a lo que me toque, por muy malo que sea, aunque a veces se me haya caído el alma al suelo y haya decidido que quiero olvidarme de todo, renunciar al mundo por el que y en el que hoy vivo, que me hayan dado ganas de dejar de ser fuerte de mandarlo todo a pique. Hoy sigo aquí intentando demostrarle a los demás que no todo es lo que parece, y que por muy fácil que sea decirle a la gente que luche por sus sueños, que luche por su vida y por ellos, sé que decirlo es muchísimo más fácil que hacerlo.
Pero tengo la esperanza de que con todo esto aprendáis como lo aprendí yo, que el mal no ha acabado, pero el bien tampoco, y que sé que lo que nos ocurre cuando nos ocurre, para nosotros es el centro del mundo, es lo peor que puede existir, pero con esto quiero decir que después de la tormenta llega la calma, y que cuando pase un tiempo, ni siquiera os acordaréis de lo que sentíais cuando sufristeis, porque al fin y al cabo… lo último que se pierde es la esperanza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario