En las alturas
Hoy es un día gris, aunque todo el día ha sido soleado. La muerte se lleva a su paso a las personas que han tenido una vida larga y duradera. Yo siempre he pensado que las personas que han tenido una vida plena de buenas acciones, son las que más duran en esta vida. Y sin embargo, las personas que se portan mal, y hacen de todo menos la misión que se le ha asignado en este mundo, mueren pronto después de una vida perra y desgraciada.
Ella es una persona alegre, que ha vivido todo lo que ha podido y más, pero resulta que la vida es efímera, el cuerpo deja de funcionar por su inevitable vejez a lo largo del tiempo. Me gustaría haber podido ir a visitarla y decirle en privado, que si ve a mi padre, que le diga que le quiero con todo mi corazón y aunque no esté en cuerpo presente y haya cometido muchos errores en su vida mundana, siempre tendrá un hueco enorme en mi corazón, el que dejó cuando se fue a disfrutar del placer que suponen las nubes.
Puesto que lo que le quedan son solo días de vida, solo puedo albergar la esperanza, de que si algún día se lo encuentra allí arriba, o donde quiera que vayan las personas que mueren, le diga que le echo de menos y nunca lo olvidaré.
Ahora solo puedo desearles lo mejor, allí en las nubes, que disfruten de todo lo que no pudieron hacer mientras estuvieron vivos, y que no se preocupen por mí, sé que era su hora en el momento que lo fue, y comprendí hace ya casi seis años, que la vida es así. ~Naceremos para morir, es ley de vida~.
Por eso, espero que siempre me llevéis en el alma, que me queráis tanto como yo os quiero, o por lo menos que lo sepáis, y que aunque no esteis en cuerpo, estáis en alma en mi corazón y en las alturas, cuando mire a las nubes siempre me acordaré de vosotros. Descansad en paz.
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