Plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro

Plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro

Buenas tardes queridos bloggeros y twitteros. Hoy voy a escribir sobre “las tres claves de la felicidad”. Esa mítica frase que hemos oído todos alguna vez, o la hemos leído en algún sitio. Dicen que antes de que termine tu vida, esas son las tres cosas que tienes que hacer antes de morir, para llevar una vida feliz e irte en paz de este mundo.

Como ya sabéis de Casi Ángeles he aprendido la mayoría de cosas que sé ahora, y me ha llevado a pensar de diferente forma; más metafórica, más filosófica. Me ha enseñado a que no todo es lo que parece, y justo por eso me acordé el otro día de esta frase. Muchos lo dirían con otro orden. Pero la verdad, es que el orden correcto es este: primero plantar un árbol; después tener un hijo; y cuando llegas al final de tu vida, escribir un libro.

Pienso que cada mente que nos rodea a diario tiene una historia diferente que contar. Vemos a menudo, miles de caras que caminan el mismo sendero de la vida, al igual que nosotros. Pero no sabemos que se cierne dentro de todas esas cabezas. Nos imaginamos su mundo de monotonía y sin nada interesante que pueda ofrecernos, simplemente porque nos equivocamos al pensar que son lo que vemos, sin saber, que dentro de esas cabezas hay todo un mundo. Por eso pensé, que cada persona al final de su vida debería escribir una especie de memoria sobre lo que ha vivido, contar todo lo que ha hecho, sufrido, reído… Solo para que no se pierda en el recuerdo.

Cada persona une partes de acontecimientos que ha tenido con otra, pero no sabe toda la historia de su vida, y hay personas que desgraciadamente mueren, sin dejar nada que aportar al mundo. Sin dejar unas memorias que expliquen cómo fue su vida, qué vivieron. Se lo llevan a la tumba, y se borran todos esos recuerdos e historias vividas. La mentalidad de cada persona es interesante y creo que no debería perderse de tal manera, escribiendo podrían saber cosas que muchos no sabrían darse cuenta por sí mismos.

Como en Casi Ángeles (que todos os pensáis que es una tontería de serie solo porque lo echaban en canales para niños, pero no os dais cuenta de todo lo que habéis perdido) una persona que planta un árbol, un rosal, no tiene un hijo, sino 15 adoptados, y escribe un libro de cómo llegó a Eudamon. Cosa muy metafórica, ya que es la isla de la felicidad, y todos queramos o no, vamos en busca de ella, pero sólo las personas con el más puro corazón la hallarán.

Solo quería dejar escrita mi opinión sobre la gente, y sus memorias, toda su vida. Por poco interesante que parezca la vida del mundano que pasa por nuestra vera, tiene todo un mundo que mostrar, que enseñar, aunque ni siquiera se haya dado cuenta de que lo tiene. Por eso esta es la clave para ser feliz, y nunca dejéis de buscar Eudamon, porque cuando menos os lo esperéis llegará. Solo hay que ver las señales que nos pone el destino en el camino, siempre he creído en ellas, y siempre creeré. Aquí os dejo unas frases de ese capítulo:

“El arte trabaja con claroscuros, para que exista la luz se necesita la oscuridad, para valorar la alegría se necesita la tristeza. Nos cuesta aceptar las maravillas que el creador nos regala, buscamos la felicidad pero no creemos en ella, le miramos los dientes al caballo regalado e interferimos en el cuento.” 

“El creador sabe mover las piezas del rompecabezas, tiene el hilo con el que une los retazos. Si se lo permitimos el creador conduce a cada uno hacía su propio Eudamon. “