Descripción

Este es un blog de sentimientos, reflexiones, amor y de vidas pasadas sobre todo, ya que todo lo que escribimos en un momento determinado, se volverá pasado al fin y al cabo. Lo que las musas me susurran con su voz.

jueves, 20 de noviembre de 2014

Relato de Navidad


Relato de Navidad




Buenos días mis queridos bloggeros y twitteros, hoy voy a hablaros de la Navidad, en estas fechas tan señaladas, la nieve se abre paso entre la gente y toca escribir.

Era un día de Diciembre en el que no paraba de nevar. Estábamos en los últimos días de clasey se notaba el estrés, los nervios por las fechas, los nervios por los exámenes, y como siempre, los nervios pre-muérdago.

Acababa de salir de clase feliz, pensando que sería mi último día de colegio y que por fin iba a disfrutar de las bufandas, los guantes, las pelis, las mantas, y todo lo que conllevan las fiestas navideñas. Sin embargo,jamás llegué a pensar cuan confundida estaba.

Iba de camino a la parada del autobús donde por fin cogería el medio que me llevara directamente a mi casa, hasta que vi pasar una moto roja tuneada que me pareció resultar familiar, y lo fue. Era él, el chico por el que estaba colada, Jota. Pasó delante de mí y frenó justo en frente de la parada ya que el semáforo estaba en rojo. Entonces lo vi, y como siempre, una sonrisa asomó en mi rostro. ¿Cómo podría alguien ser tan sumamente sexy? Ya que estaba parado en medio de la carretera, decidí saludarle.

-¡JOTA! -dije para que pudiera oírme entre el ruido de los motores.
-Hola, guapa -dijo él mientras me guiñaba un ojo, con una media sonrisa increíble pintada en su cara.

Esa fue nuestra única conversación en todo el día, porque después, el semáforo se puso en verde y le envistió un coche por detrás, de tal modo que salió volando de su asiento hasta parar delante de otro coche que frenó en seco antes de atropellarlo. Eché a correr como si me fuera la vida en ello, aunque apenas había unos segundos andando desde donde estaba. Me eché sobre él y le di la vuelta, puse mi dedo debajo de su nariz para ver si respiraba, y no lo hacía. Empecé a hiperventilar, me faltaba el aire, empecé a ver puntos negros, y ya no recuerdo nada más. Desperté al día siguiente, y cuando me orienté miré hacia mi derecha, ahí estaba él con una máscara de oxígeno y vendajes por todo el cuerpo. Dios, era cierto, no fue una pesadilla, ocurrió de verdad. Me levanté de la cama, y fui a buscar a una enfermera.

-Disculpe, ¿podría decirme cuál es el diagnóstico del chico que está en la cama de al lado? Soy una amiga suya... y yo... yo quiero estar en su lugar, fue mi culpa, si yo... si yo no lo hubiera saludado, no estaría... ya sabe... -en ese momento me derrumbé dejé mi estado de shock de lado y empecé a llorar sin parar.

-No te preocupes, tranquila. La culpa no es tuya, hasta lo que yo tengo entendido, la culpa fue del coche que lo envistió por detrás y después se dio a la fuga, no te preocupes, todo va a salir bien. -la enfermera me sonrió con dulzura, pero su sonrisa me indicó algo de lo que ella no se dio cuenta, al decir "todo va a salir bien" su sonrisa se desvaneció por un instante, y ahí supe, que nada iba a salir bien.

-Eso no importa... si yo... si yo no hubiera gritado su nombre cuando... cuando estaba conduciendo ahora... estaría bien, y... doctora, ¿está usted rehuyendo mi pregunta? -dije con el ceño fruncido.

-No, el chico se pondrá bien... Pero ahora, no podemos hacer nada por él... Ha entrado en coma, lo siento. -dijo bajando la mirada, como si estuviese avergonzada de haberme dicho esas palabras, como si se avergonzara de haberme mentido hace un segundo.

-¿Y me lo dice así?, ¿es que usted no tiene compasión, doctora? Y otra cosa más, ¿puedo quedarme aquí hasta que despierte? Se lo suplico, ese es mi problema, me ocuparé de cambiarle las gasas, de curarle las heridas, de todo lo que ustedes me manden y como me lo manden. Si no le importa, me gustaría quedarme en la cama contigua. Por cierto, ¿es verdad eso de que los pacientes que están en coma pueden escuchar todo lo que se les dice? -tenía un torrente de preguntas que hacerle, deseaba en lo más hondo de mi ser quedarme y ser de utilidad. No sólo porque fuese mi responsabilidad, sino porque aquel chico me gustaba, y ahora mismo... le debía una vida, la suya.

-No podía decírtelo de otra manera, la vida es así, unas veces te da, y otras te quita. Pero que esté en coma no quiere decir nada, puede evolucionar a mejor, y quizá en unos días despierte. De momento está en la fase uno, así que sí, puede escucharte pero no puede moverse, ni tampoco hablar. En cuanto a lo de la cama puedes quedarte el tiempo que desees, y lo de "ser su enfermera", ya lo iremos hablando. -la enfermera se mostraba implacable, pero yo sabía que me iba a permitir todas mis peticiones, porque sabía que estaba destrozada y necesitaba hacerme cargo.

Jamás pensé que el día que pasáramos juntos sólo hablaría yo, desde otra cama, en un hospital, mirando su cuerpo tendido en la cama, sin poder moverse, y al verlo de nuevo, me derrumbé. Pasé los días allí, le curaba las heridas y le leía las infinitas cartas que le escribía y nunca le llegué a mandar. Le decía todo lo que no podía decirle, le daba ánimos para que despertase, pero no había manera, y yo ya estaba empezando a rendirme. Hasta mi última confesión.

-Mira Jota, ya no sé qué hacer. Este es mi tercer día aquí, viéndote en esa estúpida cama, sin poder hacer nada. Llevo tres días sin comer viendo como te marchitas cada día. Así que, ya que no tengo nada que perder, te voy a decir lo que siempre quise y no pude, espero que me escuches:

Eres el chico más dulce, y más amargo que he conocido. Eres el azúcar de mi café, el café de tus ojos, lo único que hace que me mantenga despierta. Hace tiempo que te quiero decir esto, y que te quiero también. Me gustas, eres lo mejor que me ha pasado, y no quiero que te mueras ni que pases en esta cama el resto de tus días. -comencé a llorar de nuevo- No te mereces estar aquí, porque la culpa es mía, y tú te mereces lo mejor que la vida pueda darte. Si mueres, moriré contigo.

Entonces, noté el contacto de un dedo frío que se posaba sobre mi mano, era el suyo, no me lo podía creer. Rápidamente me sequé las lágrimas y abrí los ojos como platos. Sus largas pestañas empezaban a abanicar el aire del poco espacio que quedaba entre nosotros. Tras un instante los abrió, y desorientado, miró a todas partes. Al verme, sonrió con la más grande de sus sonrisas. Acercó su dedo pulgar hacia mi rostro y me secó las lágrimas de felicidad que descendían por mis mejillas.

-Estás aquí. -me dijo sonriendo.

-Estás vivo. -dije entre sonrisas y lágrimas. Me abalancé sobre él, y le di el mayor de los abrazos, hasta que empezó a proferir gemidos de dolor.

-Ey, ey, cuidado, que me matas. -dijo entre risas.

-Calla, no digas eso, que bastante culpable me siento ya. Jota, lo siento de verdad... si... si yo no te hubiera... si yo... -y puso un dedo en mi boca con la intención de callarme.

-Shh, tranquila. No pasa nada de verdad, la culpa no es tuya. He escuchado todo lo que me decías, ¿sabes? Y tú lo único que has hecho es salvarme de un coma del que no iba a regresar, he oído como me cantabas llorando, he oído tus cartas, tus te quiero, tu llanto... lo he oído todo. Te tengo que estar agradecido en realidad, porque tú me has salvado, y tengo algo más que decirte... -dijo con los ojos brillantes. 

-¿Qué? -dije con los ojos como platos y entre su dedo índice que me tapaba la boca.

-Que yo también te quiero, desde el primer día que te conocí. -entonces, me dio el mejor beso que me han dado en toda mi vida. Un beso en el que desbordé todo lo que llevaba aguantando todos esos días cuidándolo en el hospital.

-Feliz Navidad, preciosa. -dijo Jota.

Sin duda, ese fue el mejor día de mi vida. El día en el que estuve entre un abismo, y la salvación. El día que lo salvé o me salvó, y no le puedo estar más agradecida a la vida. Yo pedí un regalo para estas Navidades, un regalo que ya tengo, y un regalo que me ha devuelto la vida, él.

Por eso, la Navidad no sólo se trata de una fiesta materialista, no se trata de comprar regalos materiales. Hay cosas que el dinero no puede comprar, y sin duda es una fecha mágica y llena de emociones y sentimientos desbordantes. No es mágica por Dios, es mágica porque es una tradición familiar de la mayor parte del mundo, de unas maneras u otras. Es mágica, porque las personas se vuelven humildes y agradecidas. La Navidad es una fecha para dar, no para recibir.



domingo, 13 de abril de 2014

El puzzle incompleto

El puzzle incompleto




Buenas noches queridos bloggeros y twitteros. Aquí va otra de las que ya tenía escritas. La verdad es que no tenía pensado publicarla, pero supongo que se dan esas casualidades de la vida, no tan casuales, en las que enfocas algo desde otra perspectiva y puede quedar mejor. Me había quedado muy corta para mi gusto, y bastante simple, así que ya que la escribí rimando sin quererlo, lo he convertido en "poema". Un poema sin ningún tipo de rima más que "musicalidad", es decir, juegos de palabras, con estructura de poema pero sin serlo, realmente. Espero que no me machaquéis por no tener ni idea de escribir un poema, y espero también que disfrutéis con el contenido.


Busqué la pieza de mi puzzle,
la encontré,
después la perdí,
y aquí me encuentro otra vez.

Y ya ves,
que sin motor,
no funciona el corazón.

Te busqué y busqué,
hasta que sentí dolor,
me clavé una espina,
que me mata el corazón,
me la quedé,
me pertenecía.

Entonces,
taponé la herida,
sin saber cómo,
me curó,
aunque aún me duele,
pero frenó la hemorragia,
y me salvó,
aunque no curó el dolor.

Esa espina,
esa espina que me salva,
y me hiere,
y que me quiere,
o eso dice.

Ya perdí muchas cosas por el miedo,
por el miedo al dolor,
y que no vengas,
y no me quieras como quiero
o no me quieras como lo hago yo.

Ya sé,
que no soy gran cosa,
y ojalá,
encuentres un puzzle completo,
y que no le falten piezas

Pero,
quiero que sepas,
ninguna te llenará como yo,
porque ninguna podría expresar tanto,
tanto amor junto,
aquí,
en el pecho.

Has de saber,
que por muchas piezas que intentes encajar,
en ese,
mi lugar,
nunca lo terminarás de completar.

Por aquel hueco,
se escapará tu risa,
y seguirás incompleto.

Cada pieza es única,
diferente a todas las demás,
cada pieza es imperfecta,
pero perfecta,
para ocupar su lugar.

Pero entonces,
en algún lugar,
en algún momento,
intercambiaremos piezas,
y nos sentiremos en paz.

Algún día,
te darás cuenta,
de que era conmigo,
con quien debías estar.

Carta de despedida

Carta de despedida




Buenos medio días queridos bloggeros y twitteros, aquí os dejo otra de las entradas que tenía por publicar, espero que os guste, y como siempre os digo, si os apetece dejar un comentario debajo de la entrada, lo recibiré encantada.

Un día, me robaron el corazón y cuando lo volví a encontrar, estaba hecho pedazos. Lo intenté recomponer, pero no supe cómo. Podría poner en práctica mil formas diferentes para repararlo, pero cuando algo se rompe, nunca queda igual y quizá; esa lección debería haberla aprendido antes de exponerme a que lo rompieran. Lo quise con todo mi corazón, o lo que quedaba de él antes de entrar. Creí que podría amarme aunque sabía que nunca sabría cómo hacerlo. Quizá, el problema sea que no sabe cómo se quiere a alguien.

De ti, amor, aprendí que no toda bondad es innata, que nadie tiene porqué ser compasivo contigo o que no todo el mundo es empático y sigue unos valores. Me siento: defraudada, engañada y dolida. Porque si no me quisiste, me lo hiciste creer. Lo que vi en tu mirada, me pareció único y eso fue lo que me enamoró de ti. Tu forma de mirar, de actuar, y la forma tan bonita que tenías de decir las cosas sin necesidad de palabras.

Yo sé lo que vi, y también vi lo que trataste de ocultarme. Creo que me debes una explicación mayor de la que me diste, pero supongo que nunca fue lo tuyo eso de admitir las cosas que según tú mismo 'te hacen vulnerable'. Yo, podría ser tu fuerza en tus momentos de debilidad, pero no supiste verlo. Quizá no sea lo mejor que puedes encontrar, seguro que hay mil chicas que me superan en todos los aspectos. Y quizá, no les haga sombra en asombrosas, pero ellas no me hacen sombra a mí en la forma en la que te quiero, ni en mi forma de mirarte y comprender tus silencios.

Hace tiempo que dejamos de ser los niños inocentes que éramos antes, y sí, las cosas han cambiado en todos los aspectos. La hemos cagado cientos de veces y si siguiéramos aún seguiríamos cagándola más. Sin embargo, me molesta que me prejuzgues sin conocerme del todo. Prefiero tener una belleza que se base en gestos y mi forma de ser, antes de que me salgan los típicos chulos de gimnasio que sólo estarían conmigo por estar buena. Hay valores personales que nada puede comprar.

Te pierdes, un gran amor incondicional que te iba a cambiar completamente la vida. No es que me lo crea, o me lo flipe, sino que me valoro como persona, aunque no siempre. Me encantabas, porque veía en ti a una persona diferente, con valores, a una persona interesante, que se la sudaba lo que pensara la gente. Y no, no estoy loca, pero sí reconozco que me equivoqué mucho en cómo eres, hasta el punto de llegar a desconocerte.

Te quiero, y me has dado miradas y momentos que no olvidaré, pero que sí cambiaría. No vuelvas a buscarme, porque no voy a estar. Si quieres huir, si fue orgullo, tu sabrás, pero esa fue tu última oportunidad. Tuve miedo de tu mierda de reacción, y con razón. No sé qué esperaba, si siempre supe que eras un cobarde sin escrúpulos. Qué fácil te resulta eximirte de toda responsabilidad, te admiro por tu facilidad para hacerlo. Aunque dudo que alguna vez seas feliz siendo así.

Gracias por la parte que te toca, me has hecho aprender de ésta, te lo aseguro. Y algún día serás tú el que aprenda, siendo ya demasiado tarde, lo que ha perdido.

jueves, 10 de abril de 2014

Preguntas sin respuesta


Preguntas sin respuesta



Buenos medio días queridos bloggeros y twitteros. Hoy me dedicaré a publicar alguna entrada suelta que tengo escrita, no os prometo que sean muy largas tampoco. Supongo que cuando te viene la inspiración no lo planeas, así que bueno, espero que las disfrutéis aún así y os sintáis identificados. Como siempre os digo, si os apetece comentar vuestra opinión, no os cortéis.

Hoy es un día gris como otro cualquiera, ya sabes, es de esos días en los que ves que el cielo está cabreado. Alzas la vista y ves los nubarrones grises, el frío que se te cala en los huesos, y como llueve intensamente. Otras veces, el cielo está gris oscuro, sin embargo, se ve como el sol intenta hacerse presente ante las nubes, y es entonces, cuando se vislumbra detrás de todas ellas como se van abriendo paso los rayos de sol. Algo así como la esperanza, dándole veracidad a la frase "detrás de las nubes, el cielo es siempre azul".

A veces voy en el bus pensativa mirando las nubes y el paisaje cuando de repente se agolpan en mi cabeza miles de preguntas existenciales, no sé si filosofo o tengo una mente muy curiosa. El caso es que, es algo que siempre hago, darle vueltas a todo, por los detalles, porque todo radica en ellos.

Entonces, mientras el traqueteo del bus, me pregunto; ¿Qué es el cielo? ¿Si la Tierra es redonda por qué no tiene un límite que pueda traspasar? ¿La Tierra es infinita? ¿Si caminas y caminas infinitamente se encuentra el límite en el que acaba? Y si no, ¿dónde está el límite? ¿El límite es lo que separa la Tierra del universo? ¿Está en el cielo? ¿Por eso dirán que cuando mueres vas al cielo? ¿Significa eso que cuando mueras llegarás a ese límite que te separará de la Tierra? ¿Si escavo hacia abajo infinitamente me encontraría el núcleo de la Tierra? ¿Por qué tengo que creer en leyes físicas que no puedo comprobar con mis propios ojos? ¿Realmente el gobierno nos cuenta toda la verdad?

Quizá sean tonterías mías, pero son cosas que se me vienen a la mente. Dicen que no hay que creer en lo que no se ha visto, hasta lo que yo sé es que el cielo es un compuesto de gases y vapor de agua condensado. ¿Será que la gente al no poder llegar individualmente hasta él lo idealiza e inventa el propio simbolismo que tiene hoy en día el cielo?

Todo esto, son preguntas sin respuesta ni sentido, pero es interesante preguntarse cosas de vez en cuando y reflexionar a cerca de ello.

Supongo que cada persona tiene su verdad, y debería difundirla de alguna manera. Pero si como dijeron algunos filósofos como Kant y Hume, sólo existen las impresiones de cada ser humano (que lo considero totalmente cierto), nunca habrá una verdad absoluta e invariable, porque siempre seguirá habiendo personas con su propia verdad.

Así que nunca dejéis de buscar la vuestra.

sábado, 1 de marzo de 2014

Debimos, debemos y deberíamos.

Debimos, debemos y deberíamos.





Buenos medio días twitteros y bloggeros, hoy vengo con una nueva entrada que escribí ayer en boli y papel, como solía hacer antes. Es melancolía en estado puro, pero un artista nace de la tristeza, o eso dicen.

Sentados en el mismo lugar; tú, con mi "yo" en la cabeza, yo, con tu "tú" en la mía, tan separados, como juntos. Bajan en ese instante las miradas dos enamorados del dolor. La melancolía les cala el alma, tan fría por la ausencia y tan caliente por las ganas. Y es entonces, cuando sientes esa rabia convertida en un nudo de impotencia que tapona el estómago.

Es complicado rendirse cuando sabes que a quien quieres, también te quiere. Eso es lo que duele realmente, saber que nada de lo que hagas cambiará los hechos, ni las noches, ni las lágrimas, ni las tormentas. Es ahí cuando nos encontramos frente al caos, frente al bonito y doloroso reflejo del arco iris, te hace llorar, y te hace reír. ¿Por qué será que nos gustan las cosas perjudiciales? Todos tenemos vicios, pero el problema llega cuando el vicio es más fuerte que tu auto control. Él, mi debilidad más perfecta, mi amor más loco y profundo.

Cómo duele mirarte y sentir tus pensamientos, 
cómo duele no poder escucharlos,
cómo duele cuando tu corazón deja de hablarme.

Entonces, deja de ser cierto, deja de decirse en alto lo que más se desea escuchar ¿No ves que hasta el cielo lo espera? Se respira injusticia en lo más alto, se respira la sangre de dos corazones muertos aplastados bajo la lluvia de los días grises. ¿Para qué hablar de lo que se debe hacer si nunca se hace? Y me duele, porque soy consciente de la realidad. Es sólo que, algo dentro de mí no se conforma, y de alguna forma, te busca en todas partes. 

Pero cuando te encuentra, sólo quedan restos. 
Los restos de ese amor tan puro y limpio que teníamos.
 Los restos de ese chico alegre y feliz que conocía (o creía conocer).

Ahora, sólo olemos a desgracia, a una vida dejada con olor a tabaco. Se me parte el alma sólo de pensar lo que ha hecho el tiempo y la vida con nosotros (o lo que nos hemos hecho el uno al otro). Se me parte el alma de pensar que nunca podré tenerte entre mis brazos, junto a mis labios, o en mi cama. Pero supongo que es el precio que se paga, "debimos, debemos y deberíamos" hacer muchas cosas, pero la realidad es que se quedará, se queda, y se quedó en "debimos".

Lo cierto es que el tiempo sigue su camino sin mirar atrás, y pasa, y no lo ves, porque algún día ya será demasiado tarde para volver. Sólo espero que algún día me perdones por todo aquello que debí hacer y no hice, porque eso es de lo único que podría disculparme. Y no, no las hice, y seguramente no haré, aunque he de decirte que me sobran las ganas, pero no las fuerzas, como ya sabrás.

Supongo que algún día, en algún lugar, nos encontraremos y nos miraremos igual que nos mirábamos. Entonces, recordaremos todo ese dolor que sufrimos y nos hizo ser más fuertes 

¿Sabes qué es lo mejor? Que entonces no habrá lugar para las putadas, sólo para ese amor envenenado que por largo tiempo, nos hizo inmensamente felices.

domingo, 23 de febrero de 2014

Corazón dividido

Corazón dividido




Buenos días queridos bloggeros y twitteros. Aquí va otra de las entradas que tenía escritas desde hace tiempo, espero que la disfrutéis y que me sigáis leyendo.

Hace tiempo que tengo el corazón agujereado, tengo un agujero por cada discusión, por cada decepción, por cada batalla perdida. Ya no sé si hay más espacios vacíos en él, que propio corazón. Ya no sé si soy capaz de regenerarme como hice en  ocasiones anteriores. Ya he perdido mucha sangre por el dolor, mucha agua por cada lágrima, y he gastado la mayor parte de la poca esperanza que me quedaba en aquel saquito que guardaba bajo llave. Ya no me queda escudo, no me queda coraza, se lo cargaron porque constantemente me ametrallan, creo que su intención es destruirme. En parte, no quiero permitir que me venzan, pero realmente no me quedan ganas de luchar, porque aunque me vengue siempre acabo perdiendo yo.

Hay algunos que piensan que son ganadores natos, pero ya estoy yo para bajarles del cielo como me bajaron a mí, nunca a las buenas, no saben lo que es "ir a buenas", y quizá yo haya dejado de saberlo también. No quiero ser buena, estoy harta de serlo, porque los buenos son los que comen suela, los que han de ponerse de rodillas ante sus superiores. Y no, prefiero ver el fin de pié que vivir de rodillas. No estoy segura de creer en la bondad de la gente, juro que quiero salir de esta perspectiva oscura de la vida. Pero realmente me ha llevado a esta visión el lobo que es el hombre. Hay gente que no entiende de bondad.

Pero al fin y al cabo, mi corazón ha muerto muchas veces, ahora me queda la mitad. La otra no está, es nada, es aire, es dolor. Es esencia, pero no es tangible. La otra mitad, sin embargo, sobrevive, pero le cuesta latir. También está corroída por el paso de los problemas por su estancia. Hasta que un día, como le pasó a la otra mitad,se esfume como el agua en estado vaporoso, hasta que no quede espacio que agujerear. 

Hasta el día en el que llegue la muerte de mi alma, seguirá escribiendo por mí el dolor, en un intento de subsanar mis heridas.

Cuando ya no quede nada, sólo seré un cuerpo más muerto en vida, que ni siente ni padece y va con la cabeza gacha de acera en acera, siguiendo el camino indicado.

Tormenta

Tormenta







Buenos días queridos twitteros y bloggeros. Hoy me dedicaré a escribir alguna entrada suelta que tengo por ahí. Así que espero que os guste "tormenta" la verdad que de todas las entradas que tengo escritas, es una de las que más me gusta. Espero que la disfrutéis, y ya sabéis si queréis dejar un comentario con vuestra opinión, lo recibiré con ganas :)

Dicen, que cuando hay tormenta y el cielo se vuelve gris, sin sol y el cielo se queda a oscuras, significa que un ángel llora. Pero no un ángel de esos que imaginamos con alas y una coronita dorada en la parte superior de la cabeza. Sino una persona buena de verdad que ha sufrido una desgracia. Si os dais cuenta, en la mayoría de los funerales llueve, o cae una tormenta. Puede parecer una tontería, sin embargo, casi puedo oír los cristales rompiéndose contra el suelo, los pedazos de corazón frágil destruido por el dolor, estrellándose contra la realidad.

Los peores días de mi vida, hizo muy mal tiempo, las personas se morían y se originaba una gran tormenta. Quizá, cuando te llora el alma y te sangra el dolor, es tan fuerte ese sentimiento que quizá hagamos 'clic` en el universo y la naturaleza sienta nuestro sufrimiento.

Hay tantas cosas que se avecinan, queda tanto por aguantar todavía, que no sé si voy a tener un paraguas lo suficientemente grande para parar la tormenta. Quizá, no resista lo suficiente y acabe aplastada bajo la lluvia. Quizá, un día me alcance un rayo, no me dé tiempo a apartarme, y finalmente se pare el reloj. Como tantas veces quise en momentos felices, obteniendo mi deseo como cuando se hace un pacto con el diablo, un pacto en el que me ha salido el tiro por la culata.

Quizá un día llegue un ángel de la guarda y me salve cuando esté al borde del abismo. Pero no es probable, porque eso sólo sucede en mundos ficticios en los que existen las hadas.

Mientras tanto, en el mundo real sólo cae una tormenta que nos salpica a todos.

miércoles, 19 de febrero de 2014

Lo llamaban fenómeno arcoíris

Lo llamaban fenómeno arcoíris





Buenas noches mis queridos bloggeros y twitteros. Sé que ando unos meses atrasada con el blog, pero es que no me apetece redactar temas últimamente, aunque he de decir que tengo alguno escrito que no he publicado en el blog. Pero bueno, he decidido dejar los temas para más adelante. Estos días publicaré entradas que tengo escritas y no publiqué porque mientras estaba con los temas, espero que os gusten. La que vais a leer hoy no está pensada pero es algo que me ha venido a la cabeza en uno de estos viajes en bus de meditación. Así que espero que os guste y ya sabéis que podéis dejar un comentario debajo de la entrada, no hace falta tener ninguna cuenta de nada para comentar, así que no os cortéis, me encantaría recibir vuestras opiniones. Muchas gracias a toda la gente que se pasa a menudo por mi blog para leerme de vez en cuando.

Lo llamaban fenómeno arcoíris. ¿Qué es en sí un arcoíris? Pues bien, según la RAE un arcoíris es "Un fenómeno óptico que presenta en forma de arco de bandas concéntricas los siete colores elementales, causado por la refracción o reflexión de la luz solar en el agua pulverizada, generalmente perceptible en la lluvia". Lo que viene a decir que es un fenómeno atmosférico que se da únicamente cuando hay lluvia. 

Digamos, que normalmente la gente denomina un arcoíris como algo bonito, sin embargo, ¿qué es lo que quiere decir, a modo simbólico? Quiero decir, la lluvia siempre se ha relacionado con la tristeza, la melancolía, porque visualmente es como si el cielo llorara, esas gotas de lluvia cuando vemos que el cielo está cabreado (como suelo decir yo). Y por otra parte, el sol, tiene también mucho simbolismo, ya que es luz, es alegría, es felicidad, es vacaciones, es sonrisas, y muchas cosas positivas. Digo yo que, la lluvia y los días soleados son dos fenómenos atmosféricos totalmente contrarios. 

Por otra parte, el arcoíris también tiene su propio simbolismo, se suele relacionar con el amor mayormente, ya que es una composición de siete bandas de siete colores diferentes y muy vivos.Da la impresión de ser un aspecto inocente del cielo, un aspecto inocente de la vida, algo bello que ni crea ni destruye nada más que una belleza óptica. También se suele relacionar con los sueños, una mente demasiado viva, demasiado inocente, demasiado soñadora. Como estas veces que se dice "no digas esas pasteladas que vomito arcoíris" o "deja de pensar en unicornios y arcoíris". Y yo digo, ¿por qué un arcoíris tiene que simbolizar un amor inocente, puro, rosa? Más bien es una guerra entre el cielo que supongo que queda en un extraño empate de siete colores. 

¿Realmente debería considerarse un empate? ¿El resultado de una guerra entre fenómenos atmosféricos? ¿O quiere decir que el agua complementa a la luz porque es algo bonito? Quien sabe, siempre hay miles de preguntas sin respuesta. Sin embargo, cuando relaciono el tiempo con mi estado de ánimo, y me paro a pensar digo, mi corazón y mi cabeza son como un arcoíris.

La lluvia, las lágrimas, lo que sangra mi corazón. El sol, la luz, la felicidad, la sonrisa y la esperanza de que algo mejor pueda venir todavía. Es una batalla constante entre dos mundos. Es de estas veces que sabes lo que debes hacer y lo que quieres hacer. Por una parte te sientes cansada, tu corazón no aguanta más obstáculos, se desborda y luego no hay quien lo llene. Sin embargo, tu cabeza te dice, una vez más, todo va a salir bien, puede salir bien, tiene que salir bien. Algún día uno de los dos vence, aunque el otro se queda rezagado, y pasa lo mismo con el arcoíris, uno de los dos cede, para crear una unión perfecta (como también una conclusión a modo de pacto entre ambas partes).

Quizá a veces sea una tormenta de llanto y a veces una tormenta solar. Pero, ¿qué puedo hacer? No soy perfecta, y quizá esa fue mi maldición, me encariñé de una piedra. Una piedra dura de roer, una piedra peleona, una piedra que siempre que intento esquivarla está ahí para hacerme fallar, para ver mis fallos. Una piedra fría, sin alma, inerte, una piedra bonita, una piedra que duele y hace daño. Una piedra con punta, aquí clavada, en el izquierdo. Esa piedra que tan bien conozco y tanto desconozco. Ese arcoíris que narra mi vida en forma de colores.

Hoy, pedí un deseo, no puedo decir qué pedí al verlo, porque sino no se cumplirá, pero supongo que no hace falta que lo diga, porque cuando alguien enamorado tiene la oportunidad de pedir un deseo, siempre es el mismo, y lo seguirá pidiendo y pidiendo hasta que por fin se cumpla. Lo podrá decir de mil maneras, pedir muchas cosas distintas, pero siempre la misma al fin y al cabo. Puede que sea esa guerra de dioses, querer y no poder, como siempre, pero no me rindo, porque si la lluvia y el sol saben hacer un pacto, yo también.